154 millones desaparecidos: el legado de Cuauhtémoc Blanco en Morelos

Morelos. — La Auditoría Superior de la Federación (ASF) lo dejó claro: durante el gobierno de Cuauhtémoc Blanco, 154 millones de pesos salieron del erario de Morelos con destino a una red de empresas fantasma. ¿El resultado? Nada entregado. Todo firmado. Y el dinero, desaparecido.
Los contratos iban desde pintura e impermeabilizante para escuelas, alimentos para policías, soporte informático, hasta renta de espacio en la nube. Pero la constante era la misma: empresas registradas en casas particulares y sin pruebas de haber entregado un solo bien.
Detrás de la mayoría de estas adjudicaciones aparece un nombre clave: Efrén Hernández Mondragón, exfutbolista, representante legal de empresas de Blanco, y —en ese entonces— director general de Procesos para la Adjudicación de Contratos. Su currículum: Celaya, Irapuato y la cercanía directa con el exgobernador. Su experiencia en administración pública: cero.
Casas, tienditas y herrerías como sedes de contratos millonarios
Los ejemplos son burdos:
- Servicios Ronter S.A. de C.V. recibió 2.3 millones de pesos para refacciones de computadora. Su dirección: una casa que ofrece trabajos de herrería en Villas del Descanso, Jiutepec.
- Revok Tekhnologii obtuvo 2.2 millones para soporte técnico. Su dirección: una vivienda popular en Valparaíso, Temixco. Otra sucursal declarada está en una tienda de ropa usada.
- Grupo RE Consultores de Negocios: 2.3 millones por pintura e impermeabilizante para escuelas. Nada entregado.
- It Services and Solutions recibió 2 millones por almacenamiento en la nube. No hay evidencia del servicio.
- Especialidades Comerciales Reyes acaparó más de 140 millones para alimentos en hospitales y corporaciones policiacas. La ASF no encontró pruebas de que se entregó nada.
Todos estos contratos aparecen hoy como probable daño a la Hacienda Pública, según la Cuenta Pública 2023. Y todos apuntan al mismo esquema: uso faccioso del poder para desviar recursos, simulando procesos legales con documentación frágil y domicilios falsos.
Sin experiencia, sin transparencia y sin consecuencias
Efrén Hernández no sólo firmó. También ocultó su patrimonio en su declaración. Y mientras era funcionario, un empresario denunció que tenía una cuenta con tres millones de dólares en un banco ubicado en un paraíso fiscal. Nunca lo aclaró. Solo lo negó. Sin pruebas.
En 2021, el entonces presidente del Colegio de Abogados de Morelos, Enrique Paredes, denunció formalmente a Cuauhtémoc Blanco y a Hernández Mondragón por estos contratos. Nadie fue procesado. Nadie fue citado.
Hoy, Cuauhtémoc Blanco, actual diputado de Morena —aunque no gobierna—sigue operando en la política de Morelos como si nada hubiera pasado.
El daño no es simbólico. Es estructural.
La administración de Blanco no sólo dejó desorden: dejó un sistema de simulación institucional, donde los recursos públicos fueron repartidos como premios a leales, amigos y empresas fachada. Y mientras tanto, las escuelas, los hospitales y la seguridad se quedaron esperando los insumos que nunca llegaron.
La ASF ya lo documentó. Lo que falta es que alguien actúe.
Porque el saqueo no fue silencioso. Fue firmado, sellado y autorizado por quienes hoy buscan fuero, no justicia.