Prófugo por asesinato en Houston, ahora acusa amenazas en Temixco
Temixco, Mor. — El pasado viernes 25 de abril, Camilo Javier Ayala realizó una transmisión en vivo en redes sociales para responsabilizar de cualquier daño en su contra a Ulises Estrada Flores, Jimena Estrada Rueda y Víctor Kamala, señalándolos como cercanos al presidente municipal de Temixco, Israel Piña Labra.
Lo que Ayala no dijo —y que rápidamente recordaron usuarios de Facebook— es que es prófugo de la justicia estadounidense, acusado de asesinato y agresión sexual en Houston, Texas.
De acuerdo con información oficial del Departamento de Policía de Houston (HPD), Camilo Ayala, de (ahora) 26 años, está imputado por el asesinato de Kenia Guardado Molina, madre de dos hijos, cuyo cuerpo fue hallado con un disparo en la cabeza el 1 de octubre de 2024, en su domicilio ubicado en 9898 Forum Park Drive.
La víctima había sido vista por última vez en compañía de Ayala, captados por cámaras de seguridad ingresando juntos al complejo de apartamentos. Al día siguiente, sus familiares, preocupados por su ausencia, encontraron su cuerpo.
Además, Ayala enfrenta cargos por agresión sexual en un caso separado, registrado el 14 de junio de 2024, cuando presuntamente atacó a una joven fuera de un club nocturno. Ambos delitos fueron ampliamente documentados y difundidos por medios como ABC13 Houston y KTRK-TV (ABC, Inc.).
El HPD emitió una alerta de búsqueda activa. Hasta hoy, Ayala no ha sido detenido y continúa prófugo.
Mientras tanto, su aparición pública en Temixco, ahora acusando amenazas y buscando victimizarse, ha generado inquietud. Su historial, lejos de posicionarlo como una víctima, expone la urgencia de reforzar los filtros de seguridad y cooperación internacional, especialmente en zonas donde la movilidad migratoria facilita la evasión de la justicia.
Las autoridades estadounidenses han reiterado el llamado: cualquier persona que tenga información sobre su paradero puede comunicarse al +1 713-308-3600 o de forma anónima al +1 713-222-8477.
La historia de Camilo Ayala no es la de una víctima. Es la de un prófugo. Y Temixco merece saberlo.
